El nombre del viento

Reseña publicada en La Guarida del Sith en enero de 2012.

El escritor, profesor y reconocidamente friki Patrick Rothfuss, quien posa orgulloso para la cámara en esa fotografía que publican todos los medios donde viste una camiseta con el lema impreso de Joss Whedon is my master now, tardó 14 años en acabar El nombre del viento. En diversas declaraciones, el propio autor ha confesado: 

Si te tiras catorce años escribiendo una novela y no te la publican, la gente piensa que eres idiota –y está bien, porque probablemente lo seas-. Pero, si lo consigues, eres un héroe. Para mí eso no tiene sentido. Es la misma novela.

Patrick Rothfuss

Y tiene razón.

El nombre del viento es la misma novela que, tras haber encabezado la lista de los más vendidos del New York Times, y haber sido traducida a 32 idiomas, ha pasado a formar parte de los grandes clásicos del género fantástico junto a las obras de J. R. R. Tolkien, Ursula K. Le Guin o Roger Zelazny.

El nombre del viento nos sitúa en una modesta posada cuyo humilde propietario esconde mucho más de lo que su apacible ingenuidad aparenta. Las circunstancias que han ido confluyendo en ese rincón del mundo para que el posadero, el antaño afamado Kvothe, El Arcano, se haya ocultado con otro nombre tras otro oficio, contribuirán a que, sentado delante de un selecto auditorio, relate su biografía en tres días. El nombre del viento recoge el primero, dedicado a la infancia y a la adolescencia del protagonista.

Flaco favor le haría a la obra si desvelara más de su trama en una historia de esas en las que influye sobremanera llegar a ella con la miel en los labios, para poder dejarse cautivar por la maestría del contador de historias que es Rothfuss, una especie de flautista de Hamelín que consigue que dejes el mundo a un lado durante horas y horas para buscar a los Chandrian, para encontrarte con Denna, para dejarte subyugar por las notas de un laúd.

Desde luego, El nombre del viento dignifica un género que en demasiadas ocasiones ha sido denostado por la crítica; una de esas coincidencias entre marketing, críticos y público que se agradece que sucedan. Prueba de ello es el booktrailer que se realizó para publicitarla, donde no hizo falta nada más que la lectura de una parte de su inicio.

Ficha técnica

Rothfuss, P. El nombre del viento. Traductora: Gema Rovira Ortega. PLAZA & JANES EDITORES , 2011.
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